José Miguel Carrera Verdugo (1786-1821)

524pxjose-miguel-carrera-color

Prócer de la Patria Vieja

Intrépido, ambicioso y rebelde, José Miguel Carrera es uno de los personajes más controvertidos de la historia chilena y hasta hoy día sigue despertando intensos sentimientos de adhesión o rechazo.

Nieto de un oidor de la Real Audiencia -Juan Verdugo Castillo- hijo de un vocal de la primera Junta Nacional de Gobierno -Ignacio de la Carrera Cuevas- y vinculado con las familias más aristócráticas de Santiago, su vida conjuga el poder y la riqueza junto con un prestigio constantemente amenazado por sus osados actos polìticos. Fue justamente su carácter individualista y trasgresor, el que muchas veces lo hizo caminar al margen de las normas políticas y enfrentarse con otros líderes patriotas, especialmente con O’Higgins.

Empeñado en liberar a Chile de la dominación española, viajó a Estados Unidos buscando apoyo y consiguiendo aportes económicos para la realización de su plan estratégico. Su espíritu progresista lo llevó a ser uno de los pocos criollos abiertamente independentista, en una época en la cual la mayoría de los habitantes de Chile aún permanecían fieles al rey del España, y a decretar -una vez en el poder- la manumisión de los esclavos negros. A su iniciativa se debió también la proclamación del primer Reglamento Constitucional chileno del año 1812.

Su vida estuvo llena de peripecias y tal vez por ello, escribió tempranamente su testamento. Acusado por sus contemporáneos de tirano e irreligioso, fue depuesto del mando del ejército tanto por las sucesivas derrotas sufridas frente a los realistas como por su obstinado afán de poder.

La historiografía posterior, en general, ha juzgado a José Miguel Carrera duramente, al igual que sus contemporáneos. El diario militar, que presenta su perspectiva frente a las batallas libradas, muestra también sus afanes y motivaciones, y permite comprender mejor su figura humana e histórica. Asimismo, otros documentos como las proclamas, con que arengaba a los ciudadanos, los manifiestos a través de los cuales se defendió de las acusaciones de rivales como O’Higgins y la libreta, que llevaba consigo durante sus últimos días, son valiosas fuentes para la comprensión del carismático y personalista caudillo.

Escondido y desamparado después del desastre de Rancagua, traicionado y fusilado en Mendoza, su vida y obra han sido exaltadas en la literatura y la poesía. Del mismo modo, muchos historiadores le atribuyen un papel preponderante en el proceso de independencia nacional, considerándolo «el primer jefe de la Patria libre» y un personaje cuya figura se encuentra fuertemente unida a la conciencia colectiva nacional en la forma de uno de sus héroes más apreciados.

DOCUMENTOS DE CONSULTA: 

Manifiesto a los pueblos de Chile

Libreta de José Miguel Carrera – Carrera, José Miguel, 1785-1821

Carta de José Miguel Carrera a Ignacio Alvarez – Carrera, José Miguel, 1785 1821

Proclama de José Miguel Carrera – Carrera, José Miguel, 1785-1821

Diario militar de José Miguel Carrera – Carrera, José Miguel, 1785-1821

Últimos momentos de D. José Miguel Carrera – Torres, José María

Manifiesto de José Miguel Carrera – Carrera, José Miguel, 1785-1821

Camilo Henríquez (1769 – 1825)

articles-60594_imagen_0

Valdivia, actual Chile, 1769 – Santiago de Chile, 1825) Religioso y político chileno. Propagador de la causa de la Independencia, fue el pionero del periodismo en su país.

Camilo Henríquez estudió en Perú, en el colegio de los frailes de la Buena Muerte, donde fue ordenado sacerdote. Sus lecturas teológicas estuvieron también acompañadas por los libros de Voltaire, Montesquieu y Rousseau, lo que le puso en el punto de mira del Santo Oficio, que le abrió un proceso del que sin embargo quedó libre. Estando en Quito fue testigo de la insurrección de Ecuador y se solidarizó de inmediato con lo que consideraba una lucha justa contra la tiranía.

Cuando tuvo noticias de que estaba sucediendo lo mismo en Chile, regresó apresuradamente a su país para unirse a los patriotas. A partir de 1811 fue uno de los prohombres clave en la Independencia de Chile y participó en la mayor parte de los sucesos políticos y militares de la época. Ese mismo año, en un sermón pronunciado en la catedral de Santiago, reclamó la independencia de la patria chilena.

Desde su regreso a Chile, Henríquez se dedicó al periodismo y aprovechó el desarrollo de la imprenta que trajo consigo la Independencia. A través de sus artículos lanzaba encendidas soflamas que parecían querer recrear los ardientes escritos de Marat. En 1812, a instancias de José Miguel Carrera, editó su propio periódico, titulado La Aurora de Chile, del que aparecieron casi cincuenta números, todos ellos con artículos de Henríquez. En 1812 escribió El catecismo de los patriotas, donde realiza una vigorosa defensa de la libertad y la razón frente al despotismo, la superstición y la ignorancia. En 1813 se suspendió la publicación de La Aurora de Chile por ser considerada excesivamente liberal y desestabilizadora; en su lugar se publicó El Monitor Araucano, periódico también dirigido por él, de corte más administrativo.

Senador en el período de 1812 a 1814, presidió el senado en 1813, fomentando la abolición de la pena de muerte y la protección y civilización de los indígenas. Colaboró en la redacción del reglamento constitucional de 1812, en el que se establecía la soberanía del pueblo y se prohibía expresamente acatar órdenes emanadas por autoridades que residieran fuera del país. Tras el desastre de Rancagua huyó a Mendoza y siguió hasta Buenos Aires. Allí dio a conocer en 1815 un ensayo, Acerca de las causas de los sucesos desastrosos de Chile, en el que abandonaba el radicalismo democrático en favor de un poder sólido y resolutivo.

camilohg1